Por Jesús Tovar* imágenes intervenidas por Grecia Gómez Crisóstomo**
Dedicado a mi amiga Adriana Sandoval*** directora en Fundación Espacio Nancarrow O´Gorman
Es conocida la incomprensión del trabajo y las demoliciones de la obra de los grandes arquitectos tanto en México como en el resto del mundo. Tuve la fortuna de ser amigo de Dion Neutra, hijo del gran Richard Neutra, uno de los más importantes arquitectos del siglo XX, quien en sus últimos años defendió el trabajo de su padre de las demoliciones, las remodelaciones mal hechas y la venta de obras de su padre en propiedades muy bien ubicadas. Por ejemplo, el Gettysburg Cyclorama Center (una de las tres obras favoritas de Neutra junto con la Casa Kaufmann y la Casa Lovell) fue demolida sin piedad en los Estados Unidos hace muy poco tiempo. Estos temas se deberían abordar con más atención por especialistas, escritores y sociedad en general para evitarse en el presente y el futuro. El trabajo del arquitecto aún es poco conocido e infravalorado en países de primer mundo. Los intereses inmobiliarios (y algunos otros mezquinos) siguen estando muy por encima del valor del legado arquitectónico y muchos edificios se han perdido para siempre. La esperanza no debe morir y ¡debemos hacer algo!
Un caso similar sucedió con la Casa-Cueva, obra maestra de Juan O’Gorman, que se ha perdido pero que podría recuperarse. Para ello será necesario un profundo trabajo de investigación que logre su reconstrucción total como ocurrió con el Pabellón Alemán de Barcelona de Mies Van Der Rohe o la Casa Kaufmann de Richard Neutra, lograda gracias al acervo fotográfico de Julius Shulman. El rescate de toda la obra de O´Gorman se complica más cuando no se comprende en su totalidad la gran aportación de este artista mexicano, considerado uno de los grandes de México del siglo XX.
Nacido en la Ciudad de México en 1905, Juan O´Gorman fue un artista en toda la extensión de la palabra. Arquitecto y pintor, además de ser un profundo un conocedor de nuestra vasta cultura. O´Gorman contó con una amplia formación académica y de campo y dominaba no solo la pintura de caballete y el arte mural sino también la arquitectura. Junto a Diego Rivera creó la técnica de los “petromosaicos” llena de una belleza única e irrepetible que le impregnó a su obra una sólida expresión de la cultura mexicana. Fue hijo del pintor irlandés Cecil Crawford O'Gorman y de Encarnación O'Gorman Moreno. Su hermano fue el famoso historiador Edmundo O'Gorman, aquel que ayudó a redactar y a leer en inglés el discurso de Luis Barragán cuando recibió el premio Pritzker de Arquitectura en 1980. En los años veinte Juan O´Gorman estudió arquitectura en la Academia de San Carlos y como arquitecto fue un arduo promotor del funcionalismo en México. Esta influencia llegó de Europa gracias a los postulados del gran arquitecto suizo-francés Le Corbusier.
O´Gorman fue un hombre sensible de las realidades de su tiempo y además supo resolver tanto su obra residencial como educativa con limitados recursos económicos de forma magistral. Logrando una obra excepcional con muy poco, un postulado que pocas veces logramos realizar los simples mortales. Entre 1947-1950, después de demostrar una constante y sólida evolución personal, llegó a la cúspide de su carrera arquitectónica creando para sí mismo su Casa-Cueva. Construida en la Avenida San Jerónimo #162, Jardines del Pedregal al sur de la capital del país, sin embargo, esta famosa casa fue demolida por Helen Escobedo por intereses que todavía no termino de entender. Esta obra maestra de arquitectura mexicana y mundial fue proyectada directamente en el sitio respetando íntegramente el paisaje del Pedregal.
Cuando veo las fotografías de esta casa entiendo lo que es el verdadero concepto de una casa como guarida, como refugio o como cueva. Era tectónica y primitiva. La solución de O ‘Gorman armonizaba de forma magistral con su entorno y al mismo tiempo era una nueva forma de ver la arquitectura orgánica sin parangón en el mundo. Esta casa representa una de las máximas conexiones del ser humano con la naturaleza. Por medio de su obra, este artista quiso cambiar el mundo y aprender a habitarlo. Dentro de las cuevas de su casa escuchamos todavía ecos de Ferdinand Cheval, Frank Lloyd Wright, Bart Prince, Bruce Goff, Diego Rivera y Antonio Gaudí con una clara visión personal. Esta obra surgió casi de forma natural después de visitar la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright, otro ejemplo inolvidable.
Dentro de un predio típico del Pedregal invadido por un mundo de lava fría y sólida, agreste y salvaje, O ‘Gorman proyectó, una amplia estancia en el lado norte aprovechando las cavidades de la roca misma como muros y techo. Al lado suroeste se encontraban las áreas de servicio como la cocina, un pequeño lavadero y un sanitario con una fisonomía considerada “más convencional”. Desde la estancia se llegaba a la planta alta por una escalera de caracol “flotada” que giraba casi 180° para salir hacia una terraza y al mismo tiempo hacia las recámaras. Esta escalera diseñada por O´Gorman es considerada la mejor de toda su trayectoria profesional. Por último y no menos importante, en planta alta se encontraban dos recámaras (una de ellas, la principal con una tina de baño). Contaba además con un amplio patio en planta baja y hermosas terrazas en la planta alta aprovechando al máximo y con gran sensibilidad la orografía del terreno. A partir de la forma poco ortogonal de sus volúmenes y de sus fachadas, la casa fue decorada con la famosa técnica de murales de piedra desarrollada por él y Diego Rivera en el Anahuacalli, germen de un lenguaje nuevo y que revolucionaría la Casa Nancarrow, la Biblioteca Central de la UNAM y una serie de murales en diversas partes de México y del extranjero.
La Casa-Cueva ha sido un caso único en la arquitectura de México y del mundo, cuando la analizo me viene a la memoria la Casa Bavinger de Bruce Goff, la residencia y estudio de Bart Prince o la Casa Orgánica de Javier Senosiain, obras de primera categoría. Esta obra “orgánica” creada por O´Gorman a partir de experiencias oníricas y lúdicas tocó el corazón de quienes la conocieron y que la siguen recordando con mucha nostalgia. Perfecta en su concepción tenía en cada detalle una lección de auténtica arquitectura; sus murales de piedra que recordaban nuestro pasado prehispánico son valorados por ser una inteligente muestra de nuestra cultura, el contraste de su refinamiento y su tosquedad la hacían muy especial a los ojos de cualquier visitante ya que en un solo sitio convivieron felizmente los muros de roca viva del Pedregal, sus formaciones rocosas naturales, su vegetación endémica, sus murales hechos a base de piedras de colores (traídas de diferentes partes de México), el mobiliario tradicional cuidadosamente seleccionado y su decoración de arte mexicano que la volvieron todo un referente mundial. ¡Juan O´Gorman había creado una nueva forma de ver la arquitectura y el arte! Este es un camino que debemos de investigar con más profundidad y recorrerlo con nuevos ojos sin lugar a dudas. Por todo lo anterior, la considero sin duda como una de las casas más importantes del mundo.
El valor de la obra de O´Gorman radica en que su aportación sigue latente en la memoria de muchas generaciones que han permitido el surgimiento de organizaciones como la Fundación Espacio Nancarrow O’Gorman, constituida por ciudadanos ocupados en la obra del artista que hasta la fecha no ha sido del todo atendida por las instituciones y organismos que deberían de hacerlo. En ella se promueve, se valora y se difunde la obra de este artista mexicano y universal que sigue creciendo en importancia con el paso del tiempo. La invitación de esta fundación siempre será la de conocer, la de sumar y la de preservar la obra de este hombre universal (junto con la de Conlon Nancorrow en este caso). El reconocimiento de su obra ha llegado tarde, pero llegará seguro, por ejemplo, su inagotable espíritu rebelde ha sido valorado por personalidades como Toyo Ito, afamado arquitecto del Japón.
Juan O’Gorman fue profesor del Instituto Politécnico Nacional donde creo (junto con varios colegas académicos) la carrera de Ingeniero Arquitecto y fue miembro de la Academia de Artes. Ganó el Premio Nacional de Bellas Artes de México en 1972 y después de su muerte en 1982, fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres de la Ciudad de México. Espero que algún día su Casa Cueva resurja de sus cenizas y cuando la volvamos a vivir nos demos cuenta de que ese era el refugio de un genio…
Algunas referencias adicionales:
Si te interesa conocer más de Juan O’ Gorman te invitamos a leer el artículo Juan O' Gorman a 110 años de su nacimiento https://www.fundarqmx.com/post/juan-o-gorman-a-110-a%C3%B1os-de-su-nacimiento o el recuento de la exposición que organizó Fundación Nancarrow O’ Gorman en el Museo Nacional de Arquitectura en el Palacio de Bellas Artes entre octubre de 2021 y febrero de 2022 https://www.fundarqmx.com/post/una-fiesta-en-el-museo-nacional-de-arquitectura. Por otra parte, si tienes interés en conocer la labor de Fundación Nancarrow O’ Gorman te presentamos la crónica que realizamos en noviembre de 2020 durante la conferencia de prensa en Casa Nancarrow https://www.fundarqmx.com/post/casa-nancarrow-patrimonio-cultural-mexicano
** Jesús Armando Tovar Rendón (Torreón, Coahuila, 1975). Es arquitecto, bibliófilo y es además aprendiz de escritor. Estudió la licenciatura en Arquitectura en la Universidad Autónoma de Coahuila. Apasionado por la obra de Luis Barragán. Primer arquitecto y profesor de México en cursar el Fallingwater Teaching Residency en Mill, Run, Pensilvania. Primer arquitecto lagunero en formar parte de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán, A.C. Miembro del Neutra Surviving through Design Institute de los Ángeles, California. Ha sido catedrático de varias instituciones de la región lagunera en el campo de la arquitectura, negocios y otras áreas del conocimiento. Ha publicado más de 100 artículos sobre arquitectura y sobre otros temas en la revista Siglo Nuevo del periódico El Siglo de Torreón, El Siglo de Durango, en el ITESO de Guadalajara, en el Neutra Surviving through Design Institute de los Ángeles, California, en Fundarqmx de la ciudad de México, entre otros. Tiene su propia columna de Arquitectura y Urbanismo en Arquine que se llama “Una mirada desde Torreón”. Ha impartido más de 70 conferencias y talleres en la región lagunera y otros lugares de la República Mexicana. Su primera novela “La casa de los tres patios” ha sido presentada en la Alianza Francesa de Torreón y en el Tecnológico de Monterrey Campus Laguna. Su despacho Tovarendón+Arquitectos fomenta la arquitectura mexicana y regional por medio de una profunda preparación en el ámbito de la cultura, fundamento de todos sus proyectos. jatovarendon@yahoo.com
**Grecia Gómez Crisóstomo, actualmente realiza su servicio social en FundarqMX. Estudió Arquitectura en la UNAM con línea de interés en Expresividad Arquitectónica. Entre sus intereses destaca la ilustración y el diseño de identidad, en busca de crear nuevas experiencias, que, a través de las artes visuales permitan a las personas ver y sentir una realidad diferente a su rutina.
***Adriana Sandoval es Maestra con honores en Estudios de Arte por la Universidad Iberoamericana y Medalla Gabino Barreda por la Licenciatura en Estudios Latinoamericanos de la UNAM. Es especialista en la obra de Juan O’ Gorman, Directora de la Fundación Espacio Nancarrow O’ Gorman y ha sido autora de diversos artículos de divulgación de arte mexicano.