Por: Eugenio Compeán
Con motivo de la onceava edición del festival Mextrópoli, el museo de San Ildefonso acoge una exhibición en torno a la obra y trayectoria del arquitecto Abraham Zabludovsky. De sus más de doscientas obras, esta exhibición nos muestra una serie breve, pero comprensiva de sus diferentes etapas como arquitecto. En tres salas, se distinguen las facetas más representativas de su quehacer arquitectónico: en la primera, la vivienda multifamiliar y los edificios de departamentos que se construyeron durante el inicio de su carrera, en la segunda sala podemos apreciar sus diseños de vivienda unifamiliar, así como los planos de su casa, lugar dónde Zabludovsky experimentaba con diferentes medidas, acabados y materiales a modo de laboratorio. En la última observamos en una progresión de maquetas de madera las obras monumentales que caracterizaron su trabajo hacia el final de su vida.
La obra que el arquitecto de origen Polaco deja en la República, pero sobre todo en la Ciudad de México es quizás una de las más relevantes de finales del siglo pasado, la arquitectura de Zabludovsky está en constante diálogo con su entorno. Su trayectoria comienza con la construcción de algunas viviendas y torres de departamentos en las colonias Polanco y Condesa con un estilo reminiscente de la arquitectura de Le Corbusier y de su maestro de la Facultad de Arquitectura Mario Pani. Su contexto moderno está atravesado por un profundo interés social, en sus edificaciones hay un claro interés por lo comunitario, priorizando plantas bajas abiertas que conectan al edificio con la ciudad que lo rodea. También es importante destacar sus colaboraciones con el arquitecto Teodoro Gonzáles Díaz de León con quien realizó algunas de sus obras más icónicas: La construcción del Colegio de México en la esquina del Periférico sur y la carretera Picacho Ajusco, la remodelación de 1976 del auditorio nacional que había sufrido años de remodelaciones y ampliaciones inconclusas y el edificio del INFONAVIT en la Guadalupe Inn, son sinónimos del crecimiento y de la globalización que atravesó la Ciudad de México en la segunda mitad del siglo XX.
La exposición aborda la importancia de la práctica arquitectónica de Zabludovsky, los matices que aporta a la arquitectura mexicana moderna y el legado que permanece hasta hoy en día en algunos de los espacios urbanos más significativos de la Ciudad de México.
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