En total 200 colonias de las mil 775 que hay en la Ciudad de México pasarán por este proceso.
También está en riesgo el patrimonio natural de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac.
Realizan en la IBERO el foro Patrimonio arquitectónico y urbanístico de la Ciudad de México.
El anuncio reciente de que serán densificadas 200 colonias de las mil 775 que hay en la Ciudad de México pone en riesgo de conservación el patrimonio arquitectónico, que no es contemplado como algo fundamental y como un principio de planeación de la ciudad dentro de la Ley de Desarrollo Urbano, señaló la maestra María Bustamante Harfush, académica del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Ciertamente, entre más compacta es una ciudad más útil es su infraestructura. Pero entre las casi dos mil colonias de la CDMX hay muchas que no han sido identificadas como patrimoniales, sus inmuebles no están catalogados y con la densificación podrían tener problemas para preservarse, como sería el caso de la Del Valle, Narvarte, Ciudad Jardín (en Coyoacán), la colonia Industrial (en Gustavo A Madero), Pedregal de San Ángel y Lomas de Chapultepec.
Estas colonias desarrolladas en los años 20, 30, 40 y 50 del siglo XX no son consideradas zonas patrimoniales y en su mayoría alojan inmuebles de dos niveles de construcción, por lo que cualquier decisión de desarrollo urbano que quiera densificar, ampliando los edificios a cuatro o cinco niveles -los permitidos-, deterioraría su armonía.
“Tenemos que ser muy conscientes de que si la Ley de Desarrollo Urbano y los planes de desarrollo urbano van hacia la densificación, protejamos y blindemos estas colonias que tienen un carácter específico, que son armónicas y tienen una densidad muy amable; para que no se deterioren. Pero hasta ahora todos los planes de desarrollo urbano dejan bastante de lado el patrimonio, que es un ingrediente menor dentro de la planeación; cuando tiene que ser todo lo contrario”.
La densificación también afectaría el patrimonio natural de la CDMX, como Xochimilco y sus canales “que siempre han estado en latente peligro de extinción”, agregó Bustamante, quien también es presidenta de Fomento Universal para la Difusión Arquitectónica de México (FUNDARQMX).
Las delegaciones Milpa Alta y Tláhuac, dos zonas lacustres y de cultivos importantes para la ciudad, podrían a su vez sufrir cambios con la expansión urbana. Incluso las montañas, como el Cerro de la Estrella y la Sierra de Santa Catarina (las dos en Iztapalapa), resultarían afectadas “si siguen subiendo los asentamientos humanos”.
Por qué y cómo proteger el patrimonio de la CDMX
La docente, quien participó en la inauguración del foro Patrimo
nio arquitectónico y urbanístico de la Ciudad de México, realizado en la IBERO, dijo que el patrimonio urbano de la CDMX debe conservarse ante “la demolición sistemática y constante del mismo, y la transformación de su imagen urbana y arquitectónica”, y porque el patrimonio es parte de nuestra identidad; un valor único que nos hace diferentes del resto.
Sin embargo, por falta de difusión muchos ciudadanos desconocen cuál es el patrimonio natural del lugar donde viven. No saben el nombre del río que pasa cerca de su calle o casa; no conocen el nombre de las montañas que los circundan; ignoran cuántos lagos quedan en la Ciudad de México; y si no se conoce el patrimonio éste no se va a valorar y a proteger. “Estamos rodeados de una naturaleza que fue magnífica y se está perdiendo por drenajes, porque hacemos de los ríos vialidades, por una falta de conciencia total con la naturaleza”.
En lo urbano se les está dando prioridad al auto, más que a la calidad de vida en las colonias. Y en lo arquitectónico está faltando protección al entorno construido, el que da a los ciudadanos identidad con un lugar y los hace sentirse reconocidos en un sitio.
Bustamante Harfush propone que para proteger el patrimonio urbano de la Ciudad de México se redacte una nueva Ley del Patrimonio, pues la actual es de 1972 y tiene muchas deficiencias, como carecer de criterios claros de intervención en el patrimonio.
“Un criterio muy generalizado de las autoridades es: deja la primera fachada o la primera crujía del edificio catalogado y lo demás demuélelo, cuando en realidad son conjuntos patrimoniales totales, son casas que estaban completas con sus patios, con sus jardines, con sus huertas, con sus miradores, y los estamos demoliendo por este criterio de deja sólo la fachada”.
Lo anterior tiene que cambiar. Además debe haber una catalogación formal y seria de todo el patrimonio, un verdadero inventario. Por ejemplo, en 1932 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hizo un inventario muy bueno del patrimonio, pero desde entonces no se ha hecho una verdadera cruzada de catalogación.
Asimismo, existe el temor de que los propietarios de los inmuebles patrimoniales se opongan a la catalogación. “Si hubiera verdaderos incentivos para las colonias que son patrimoniales y para los propietarios de estas casas, de no pagar predial o recibir ciertos apoyos para la conservación y mantenimiento de las mismas, yo creo que verían a la catalogación como algo positivo. Pero en la actualidad no hay incentivos para que la gente prefiera conservar su casa a venderla a un desarrollador”.
De acuerdo con la arquitecta de la IBERO, en 2015 la Ciudad de México cumplió 690 años de haber sido fundada (entonces como Tenochtitlan), aunque es más antigua, pues se sabe que miles de años antes ya había asentamientos humanos. En los años 30 del siglo pasado un censo de todas las edificaciones de la ciudad arrojó que el 68% eran casas o edificios de un nivel, y el 25% eran de dos niveles. Actualmente menos del 0.01% del total de inmuebles construidos en el país están catalogados.
Foro patrimonio arquitectónico y urbanístico
El foro Patrimonio arquitectónico y urbanístico de la Ciudad de México fue organizado por el Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la CDMX (PAOT), y Fomento Universal para la Difusión Arquitectónica de México (FUNDARQMX).
El simposio se realizó con el objetivo de revisar la situación actual que guarda el patrimonio urbanístico y arquitectónico de la CDMX, con la finalidad de plantear propuestas para reforzar su salvaguarda y protección.
En la inauguración estuvieron presentes el Dr. Miguel Ángel Cancino Aguilar, titular de la PAOT; la Dra. Carolyn Aguilar Dubose, directora del Departamento de Arquitectura de la IBERO; el C. Erasto Ensástiga Santiago, coordinador General de la Autoridad Zona Patrimonio Mundial, Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta; el Arq. Félix Villaseñor Jiménez, presidente de El Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México; y Bustamante Harfush.
Escrito por: Pedro Rendón / ICM
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